Por: Sor Clara de la Cruz
800 años
han pasado desde aquella noche del domingo de ramos de 1212, cuando la joven
Clara de Asís de apenas 17 años, noble, rica, educada según su rango; huye
clandestinamente de la casa familiar dejando a un lado la seguridad de una vida
acomodada, un matrimonio ventajoso, bellos vestidos y manjares exquisitos, para
seguir a “Jesucristo pobre y crucificado” al estilo de Francisco de Asís quien
fue su guía después de Dios. El la esperaba junto a sus hermanos en la
capillita de Santa María de los ángeles, cuna de nuestro orden “aquí
consagró su vida a Cristo” y nace la
orden de las hermanas Pobres de Santa Clara, conocida popularmente como
Hermanas Clarisas.
Clara es
llevada por Francisco a la Ermita de San Damián donde inicia la nueva forma de
vida evangélica, y consiguió junto a Francisco identificarse con Cristo y
ponerse al lado de los pobres, se le unen primeramente Inés su propia hermana y
luego muchas jóvenes de la nobleza de Asís. Su mayor inspiración será la
encarnación del Hijo de Dios que hecho niño es envuelto en pobres pañales, la
contemplación de Cristo pobre y crucificado en los rostros sufrientes deel
pueblo y la Eucaristía centro de su forma de vida.
Clara de
Asís, mujer que marcó los comienzos del franciscanismo con su personalidad fiel
y decidida, marcó profundamente la vida de la Iglesia ya que es la primera
mujer que escribió una regla (forma de vida) y tiene una fuerte influencia en
la realidad de su pueblo con su oración eficaz.
A 800
años la frescura del carisma de nuestra Madre Santa Clara refresca y la familia
clariana ha crecido. Actualmente en América central son doce monasterios y es
tan incesante el fugo del espíritu que siguen llegando jóvenes para vivir esta
experiencia de minoridad, fraternidad, pobreza y clausura como lo vivió nuestra
Madre Santa Clara.
Muchas
seguimos experimentando aquel domingo de ramos que vivió Clara!! Dejar la casa
familiar para vivir la vocación del proyecto de Dios.
La vida
de Clara sigue inspirando, a nosotras especialmente enraizadas en una tierra,
en un pueblo, en la Iglesia y en el mundo.
A El
Salvador llegamos desde el monasterio de Santa Clara en Guatemala un 22 de
agosto de 1986 queriendo vivir más de acuerdo con la realidad de estos pueblos
pobres y sobre todo destacando los valores propios de la Regla de nuestra Madre
Santa Clara como son: la oración encarnada pues la vida contemplativa es
nuestra peculiar forma de vida dentro de la Iglesia, la Altísima pobreza, el
trabajo con las propias manos en solidaridad con nuestros hermanos pobres, la
fraternidad como en una familia, así como también el cuido y protección de
nuestra madre Tierra y la lucha por la paz y la justicia en nuestros pueblos.
Y porque
el Hijo de Dios, el pobre y humilde Jesucristo es la suma razón de ser de Clara
y sus hermanas en San Damián pues aquí se hicieron una sola vocación de
Francisco y Clara, como una sola sangre en el corazón de la vida franciscana
que es Cristo crucificado y glorioso.
Este
acontecimiento marca profundamente
nuestra vida como hermanas Clarisas del monasterio San Damián en los
Planes de Renderos, pero también la vida de todo aquel que se ha sentido
seducido por el Dios de los pobres que camina con su pueblo.
Que
Clara Y Francisco junto a nuestros mártires nos guíen en la construcción del
reino pues creemos con toda certeza que otro mundo es posible cuando
construimos la Paz y el Bien.
El 11 de
agosto de este año estaremos celebrando en el Monasterio San Damián de los
Planes de Renderos con la santa misa a partir de las 10:00am seguido de la
presentación de la obra musical “Clara de Dios” celebración a la cual todos
están cordialmente invitados.
Puedes
contactarnos al 2280-8860
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